«MÉDICOS POR LA VERDAD»: LOS AZOTES NEGACIONISTAS DEL COVID-19

NOTA PERIODÍSTICA/PANDEMIA/MEDICINA.

Durante la pandemia ha surgido un movimiento segregacionista que se dedica principalmente a la negación del Coronavirus, denominado «Médicos por la Verdad», pues lo consideran una falsedad a lo largo de toda la historia médica en el mundo. Por ende, el grupo está integrado por profesionales sanitarios de España, México y Latinoamérica.

Esta organización por ende, no ha estado exenta de polémicas, ya que se encarga de mostrar algunas de características de la pandemia que de acuerdo al criterio de sus integrantes, no son ciertas.

Aducen que se trata de un supuesto plan internacional de los poderes políticos y económicos, los cuales utilizarían esta crisis para reinventar el mundo suprimiendo todo tipo de libertades y derechos. Así queda demostrada la naturaleza de esta organización y el fin que persigue, a través del video «The Big Reset» («El gran reinicio»).

Entre sus rostros más conocidos se hallan precisamente, nombres como Natalia Prego, Ángel Ruiz-Valdepeñas y María José Albarracín, las caras visibles más recurrentes de esta organización desde España.

Sin una estructura clara, Médicos por la Verdad ha generado una amalgama de redes a nivel mundial, la cual se dedica a crear desinformación acerca de supuestas «mentiras» relacionadas con el COVID-19.

Asimismo, esta organización se reparte además de España, en Alemania de donde es originaria esta entidad, con una rápida expansión hacia Hispanoamérica, donde muchos de sus integrantes vinculados a la medicina, se dedican a desinformar respecto de esta variante. Algunos sostienen más que otros, ciertas características relacionadas con el COVID, dando lugar a teorías claramente dispares, poniendo en jaque a la comunidad médica mundial.

En definitiva lo que más comparte esta organización, es la desconfianza hacia las instituciones oficiales, la clase política y los medios de comunicación, a quienes acusan de manipular a los ciudadanos respecto de esta pandemia.

Por lo mismo, el movimiento ya tiene una amplia presencia en buena parte de los países latinos incluyendo el nuestro, Chile, que ya cuenta con sus propias organizaciones a nivel territorial, así como una amplia difusión vía redes sociales en el resto del mundo.

Es así que la comunidad científica ha respondido de manera contundente en torno a las mentiras dichas por estos grupos, a través de notas donde existía la posibilidad de generar «alarma social», alentar la «desobediencia civil» poniendo en «grave peligro» la salud pública, contradiciendo el código deontológico de esta, tachando aquellas teoría de «pseudocientíficas».

Como en todo orden de cosas, este hecho que sencillamente revistió una falta para la comunidad médica internacional, conllevó a la vez sanciones para alguno de sus líderes, entre ellos, Mohammad Adil, médico de origen pakistaní y uno de los principales fundadores de «Médicos por la Verdad» en Inglaterra. Lo mismo ocurrió con Elke de Klerk, médico de origen holandesa y Heiko Schöning de nacionalidad alemana. En tanto, los cabecillas españoles de la organización corrieron la misma suerte, algunos con suspensiones de ejercer, otros con diferentes tipos de sanciones, de acuerdo a lo presumiblemente grave de la situación (algunos pueden arriesgar suspensión de por vida o hasta la expulsión de la comunidad médica) por difundir supuesta información falsa.

Lo cierto del caso, es que hasta hoy ningún desmentido, sanción o suspensión ha parado el accionar de «Médicos por la Verdad», que haciendo honor a su nombre, continúa propagando sus propias teorías y visiones respecto del tema, el cual tienen en vilo a los poderes organizados y a los organismos oficiales de salud que ya buscan ganar adeptos entre la población general.

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