NOTA PERIODÍSTICA/ANÁLISIS INTERNACIONAL/GUERRAS/ACTUALIDAD.
El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, hilvanó este viernes reciente ciertas condiciones para dar término a la guerra en Ucrania. Bajo estas línes, el gobierno de Kyiv tendría que retirar en su totalidad las tropas de los territorios ucranianos que Rusia anexó desde su invasión en 2022. Por ello, la propuesta fue calificada inmediatamente por Kyiv de “ofensa para el sentido común». En tanto el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, refirió que Ucrania no negociará con Moscú hasta que las fuerzas rusas abandonen su país, incluyendo la Península de Crimea, la cual Rusia controla desde 2014.
Además, Putin afirmó que Ucrania «tendría que renunciar a su intención de ingresar a la Organización para el Tratado del Atlántico Norte, (OTAN) antes de que pudieran iniciarse conversaciones de paz». Aparte, la declaración de Putin donde expuso sus condiciones para un cese del fuego, se produjo mientras líderes de 90 países se reunieron en Suiza este sábado a fin de debatir vías hacia la paz en Ucrania, en una cumbre a la que Rusia no fue invitada. Del mismo modo, durante una reunión de embajadores rusos celebrada este viernes en Moscú, Putin expuso que sus condiciones son “muy simples” a partir de que el ejército ucraniano se retire de 4 regiones ocupadas parcialmente por sus tropas: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. Señaló incluso que Ucrania tendría que «cesar en sus esfuerzos por unirse a la alianza militar de la OTAN para la detención del avance ruso».
«Tan pronto como Kyiv declare que está preparada para tal decisión… una orden de alto el fuego e inicio de negociaciones seguirá inmediatamente por nuestra parte, literalmente en el mismo minuto», agregó Putin.
También planteó que es imprescindible la cancelación de las sanciones económicas impuestas por Occidente a Rusia desde el inició de la guerra en febrero de 2022. En su discurso, insistió que Ucrania debe pasar por un proceso de “desmilitarización” y adquirir un estatus “neutral” entre Occidente y Rusia. Aparte repitió su justificación a la hora de invadir Ucrania, argumentando que el vecino país del Este debe “desnazificarse”. Palabras fuertes que resuenan en la opinión pública y que dejan de una pieza a varios asistentes de dicha cumbre. Es por ello que luego de más de dos años, Rusia controle casi una quinta parte de Ucrania. El Asesor Presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak señalo sobre el tema que «la propuesta de Putin es equivalente a que Ucrania admita una derrota y renuncie a su soberanía», considerando que se trata de una «completa farsa» y «ofensiva para el sentido común».
«Es absurdo que Putin, que planeó, preparó y ejecutó, junto a sus cómplices, la mayor agresión armada en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, se presente como un pacificador», declararon desde el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano. En tanto, Kyiv ha dicho que la paz «sólo puede basarse en la retirada total de las fuerzas rusas de Ucrania y el restablecimiento de su integridad territorial». Al rechazar la oferta de Putin, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, refirió que la propuesta «no se hizo de buena fe».
«Se trata de una propuesta que en realidad significa que Rusia debe conseguir sus objetivos bélicos, esperando que los ucranianos cedan bastante más territorio del que Rusia ha podido ocupar hasta ahora», fue su sentencia.
El gobierno suizo declaró que el objetivo de la cumbre fue «proporcionar un foro en el que los líderes mundiales debatan sobre las vías hacia una paz justa y duradera en Ucrania, basada en el derecho internacional y en la Carta de las Naciones Unidas». El Kremlin por su parte, señaló que tal reunión sería “inútil” de no participar Rusia. China por su parte, declinó su participación por ausencia de una representación rusa. Entre los asistentes confirmados y que asistieron a las conversaciones, estuvo la Vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris; el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, el Canciller de Alemania, Olaf Scholz, la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni y la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La cumbre de paz se celebró luego de que los líderes del G7 acordaran una forma de ayuda para Ucrania, financiada con activos rusos congelados. Fue así que tras la invasión rusa de Ucrania, los países del G7 y la Unión Europea congelaron activos rusos por un valor de US$325.000 millones. Pues el fondo de activos genera unos US$3.000 millones al año en intereses, por lo que de acuerdo al plan del G7, esos rendimientos se utilizarían para pagar los intereses de un préstamo de US$50.000 millones para Ucrania en calidad de anuales, contraído en el mercado internacional. Pues se esperaba que el dinero llegue a finales de año, siendo una solución a largo plazo a fin de apoyar el esfuerzo bélico y la economía de Ucrania. Por su parte, al margen de la cumbre del G7, Estados Unidos y Ucrania firmaron además un acuerdo bilateral de seguridad de diez años, siendo calificado de «histórico» por Kyiv, el cual allanaría una entrada a la OTAN.
Sin embargo con todo lo previsto, la esperanza de una resolución del conflicto entre Rusia y Ucrania se desvaneció luego de que la esperada reunión internacional de este sábado, que fue presentada como un primer paso hacia la paz, concluyese sin grandes avances diplomáticos. Tal como se preveía: la ausencia de Rusia y China en la conferencia de dos días que fue celebrada en Suiza este fin de semana y la decisión de algunos países clave (que incluyó India, Arabia Saudita, Sudáfrica y México) consistente en no firmar el documento final de la reunión de este domingo, significó que la reunión tuvo poco para mostrar más allá de una mera buena voluntad y promesas de continuar trabajando por la paz, después de más de dos años de guerra.
Al respecto, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, informó este lunes que el resultado de la conferencia fue «cercano a cero». Durante la rueda de prensa diaria le preguntaron a Peskov si países como Hungría, Serbia y Turquía hubiesen participado en la reunión y firmado la declaración, arruinaría las relaciones de Rusia con ellos.
«No, esto no los perjudicará. Por supuesto, tendremos en cuenta la posición que han adoptado estos países, esto es importante para nosotros y continuaremos explicándoles nuestro razonamiento. Muchos de ellos, y este fue el punto de vista común sobre este evento, confirmaron su comprensión de la ausencia de perspectivas para discusiones serias y sustanciales sin la presencia de nuestro país…», manifestó.
El Presidente ucraniano Zelenskyy, que hoy está tratando de alinear a los países detrás de su perspectiva de cómo debería ser un acuerdo de paz, refirió que «las reuniones internacionales de asesores y ministros de gobierno darían seguimiento a las conversaciones y sentarían las bases para una segunda reunión en algún momento futuro».
Al final, un total de casi 80 países aprobaron el comunicado final que cubre medidas para la seguridad nuclear, alimentaria, así como la liberación de prisioneros y deportados, incluidos niños secuestrados por Rusia. Eso no resolvió la cuestión fundamental, lo que es aparentemente intratable por ahora: la tierra ucraniana ocupada en este momento por fuerzas invasoras rusas. Por su parte, el Presidente ruso Vladimir Putin, señaló el viernes pasado que efectuaría un alto el fuego inmediato en Ucrania si las tropas de Kiev se retiraban de las 4 regiones ucranianas que Rusia anexó ilegalmente desde 2022 y Kiev dejaba atrás su intento de unirse a la OTAN.
Otra de las condiciones para terminar con la guerra incluía que Ucrania reconociera Crimea, una península ubicada en el Mar Negro que la misma Moscú anexó de manera ilegal en 2014 como parte de Rusia, además de imponer restricciones al ejército ucraniano y mantener el estatus no nuclear de Ucrania.
Por ello, Kiev rechazó esas propuestas considerándolas “absurdas”. Zelenskyy anteriormente, ya había presentado una fórmula de paz de 10 puntos, que entre otras cosas, exigía la expulsión de las fuerzas rusas en Ucrania y la rendición de cuentas por crímenes de guerra a lo que Moscú acabó negándose.
Un grupo de expertos estadounidenses vaticina que Putin “es poco probable que esté interesado en negociaciones de buena fe en el futuro previsible porque cree que eventualmente ganará la guerra», de acuerdo al análisis.
Entretanto, Ucrania, luego de quedarse sin municiones por los retrasos en la entregas de ayuda militar occidental prometida, hoy busca resistir el ataque ruso en el Oriente del país hasta que sus perspectivas mejoren. Pese a que la afluencia de municiones occidentales redujo la evidente desventaja de artillería de Kiev, las fuerzas moscovitas aún están ganando terreno a lo largo de la línea del frente, por lo que continuarán haciéndolo durante el verano, cuando el más seco de los terrenos y los más largo de los días sólo contribuirán a su avance. Tras eso, Ucrania aún está a la defensiva en la Región de Donetsk, permitiendo a las fuerzas de Moscú infligir enorme pérdidas en medio de las rotaciones de tropas ucranianas, acercándolas a rutas cruciales de suministro de Ucrania.
En consecuencia, Kiev ha recurrido a la estrategia de doblarse, pero no romperse para ganar tiempo hasta que sea capaz de llevar más armas y municiones occidentales al frente. Luego de ceder parte del territorio, Ucrania ha podido luchar desde posiciones mucho más defendidas, según refieren altos líderes militares, así como oficiales de campo y analistas ucranianos. De aquí podemos rescatar finalmente que de nada sirvieron las conversaciones para alcanzar el acuerdo de paz que se esperaba, pondría fin a la guerra en Ucrania, pero que tras los caprichosos dictámenes de Moscú, difícilmente podría negociar, teniendo como consecuencias, diferentes problemas con el resto de sus vecinos del Este. En definitiva, nada para a Putin, pues las continuas discordias con su vecino ucraniano, a quien le ha anexionado territorios de manera poco legal y sin respetar acuerdos, podrían llevar a un verdadero colapso en gran parte de Europa Oriental. Una excusa más de Putin, para seguir obteniendo más poder, que a esta altura ya es desmesurado.