NOTA PERIODÍSTICA/HISTORIA DEL DEPORTE/COSAS DE FÚTBOL.
Diego Armando Maradona fue uno de los mejores futbolistas de la historia que tuvo las dos caras de la moneda: una alterada vida por escándalos, sin dejar nunca de ser admirado en todo el mundo, así como el mayor ídolo deportivo de muchos argentinos.
Su apellido cobró sin duda popularidad a nivel mundial situándose en un Olimpo junto a Pelé, Cruyff, Di Stéfano y Messi, de acuerdo a encuestas de prensa y de la FIFA. Cabe señalar que entre 1976 y 1997 disputó alrededor de 724 partidos y anotando 358 goles, pues llegó a la cima al ganar el Mundial de México 1986.
El astro argentino nació un 30 de octubre de 1960 en la villa miseria (se conoce así a los barrios marginales) de Fiorito, en el sur periférico de Buenos Aires, sin renegar jamás de su origen. Se inició en el club «Los Cebollitas», infantiles de Argentinos Juniors, debutando en primera a los 15 años en 1976. Vistiendo la camiseta de los Bichos Colorados marcó un total de 116 goles.
En la selección mayor, Maradona jugó alrededor de 91 partidos y marcó 34 goles. Fue asimismo, campeón mundial juvenil sub-20 en Japón 1979. En 1981 ganó el campeonato para su club favorito Boca Juniors, con un total de 28 goles. Jugó el Mundial de España 82′ arrastrando una lesión, lo que provocó que Argentina fuera eliminada. En México 86′ se coronó campeón y marcó dos célebres goles a Inglaterra (2-1), uno con «la Mano de Dios» y el otro elegido el Gol del Siglo. Al mundial siguiente, fue subcampeón en Italia 90′.
En Estados Unidos 94′, Maradona tuvo un control de doping que le arrojó positivo. Sin su capitán estrella, que para ese entonces acarreó una suspensión, Argentina fue eliminada. De acuerdo a antecedentes, en 1991, otro control antidoping le había dado positivo por consumo de cocaína, lo que con el pasar del tiempo, comenzaría a alejarlo de las canchas, cercenando dramáticamente su carrera. Su historial deportivo se compone de la siguiente manera: En 1982 pasó a FC Barcelona, marcando 32 goles llevándolo a conquistar la Copa del Rey y la de la Liga Española. Fue transferido al Nápoles de Italia donde marcó 115 goles. Luego ganó las Ligas de 1986-1987 y 1989-1990, además de la Copa Italia 1987, la Supercopa 1990 y la Copa de la UEFA de 1989. convirtiéndose en ídolo histórico del club.
En 1989 se casó con su novia de la adolescencia, Claudia Villafañe, con la que tuvo dos hijas, Dalma (destacada actriz argentina) y Gianinna. Mas su vida íntima fue un verdadero folletín. Debió reconocer al menos tres paternidades extramatrimoniales, una de ellas, la de su hijo Diego Armando Maradona Sinagra (también futbolista). Más allá del deporte, apoyó a movimientos progresistas y populares, fundó un sindicato de futbolistas, se enfrentó a la FIFA y asimismo, lideró una gran marcha contra el ex-Presidente estadounidense George W. Bush en Argentina. Jugó también en el Sevilla de España y Newell’s de Argentina, volviendo a Boca donde colgó los botines. Tras esto, atravesó graves crisis de salud, incluso al borde de la muerte debido a sus adicciones. Fue trasladado a un centro asistencial en Chile, mientras estuvo como invitado en el programa «Viva el Lunes», de Canal 13. Al tiempo se recuperó de sus adicciones en Cuba. En su país, fue también exitoso animador de TV. Tuvo un partido homenaje en el Estadio La Bombonera a público lleno. Tiempo después, cumplió su sueño de dirigir la selección argentina marchándose poco después al ser eliminada en los cuartos de final en el Mundial de Sudáfrica 2010.
También dirigió al Al-Wasl y Al-Fujairah de Emiratos Árabes Unidos y a Dorados de Sinaloa en México, sin ganar títulos, hasta que en 2019, Gimnasia La Plata lo llevó de vuelta al país donde nuevamente lo idolatraron en todas las canchas. Con tanto que enfrentó Maradona a lo largo de su vida tras pasar de la gloria futbolística a la polémica y el ocaso de su vida, que finalmente le llevó a la tumba en 2020, creció cada día y hasta hoy la leyenda del deporte arraigada en gran parte de Argentina e Italia. Frases como «Me han cortado las piernas», «Fue la Mano de Dios», y «La pelota no se mancha», han quedado en el inconsciente colectivo de gran parte de la hinchada futbolera que a día de hoy lo recuerda como un ídolo, traspasando la cultura popular.