NOTA PERIODÍSTICA/PERSONAJES ILUSTRES/LITERATURA.
La siguiente nota va dedicada a uno de los personajes más célebres de la comuna de Victoria: nos referimos al abogado, ex-Juez de Policía Local de Victoria y escritor, autor de varios libros de Derecho, filosofía y ciencias, muy conocido en el círculo intelectual y jurídico de esta comuna mallequina, que también ha sido docente y columnista en prensa: D. Fernando Temer Oyarzún. Este destacado ex-magistrado ejerció como Juez de Policía Local entre los años 70, más en concreto 1976 hasta 2010, motivo por el cual el Alcalde de ese entonces, Mario Delgado Leyton fue severamente cuestionado al designar a Temer en ese puesto, en pleno periodo del Gobierno Militar, siendo que el magistrado era un férreo opositor a Pinochet. Durante una entrevista en 2006 incluso, contó en una ocasión que era muy amigo del ex-sacerdote Omar Venturelli, que para ese entonces era docente de la Universidad Católica de Temuco (UCT), quien murió a manos de los militares y que según contaba, su amigo había muerto asesinado en el Puente Cautín, siendo el principal responsable de su muerte, el entonces Fiscal Militar Alfonso Podlech. Cuando le preguntaron en dicha entrevista si lo defendería, Temer respondió que nunca, teniendo conocimiento de la muerte del docente y ex-sacerdote, viendo que este era su amigo. Paralelamente, y en razón de este nombramiento a Temer, el ex-Alcalde Delgado debió abandonar su cargo.
D. Fernando Temer ejerció la docencia en varias universidades regionales y en la Universidad Arturo Prat de Victoria (UNAP), antIguamente fue profesor en el Liceo de Victoria, siendo además columnista permanente del diario «Las Noticias de Malleco», donde analizaba textos que permanentemente llegaron a engrosar su biblioteca. En efecto, Temer Oyarzún era un ávido lector y un hombre de amplios conocimientos, que pudo compaginar su propia labor intelectual con su trabajo en el ámbito jurídico. De allí surgen numerosas anécdotas, donde en una ocasión una persona se acercó a su oficina en el Juzgado de Policía Local de Victoria donde ejercía su cargo, para pedirle que le rebajara una multa (al parecer iba a exceso de velocidad o se pasó una señal razón por la que le pasaron un parte). El magistrado le preguntó cuántos diplomas veía en una pared que estaba en uno de los costados, que eran unos 40 ó 50 aproximados (e incluso más), lo cierto es que estos abarrotaban toda la pared, y su hija que lo acompañaba en ese trámite, en poco tiempo le dio una respuesta que resultó certera, razón por la que su propia hija le salvó la campana y pudo pagar menos. Temer se caracterizaba por ser solidario, sencillo y tener un acercamiento empático para con la gente.
No por nada, entre los numerosos títulos que sacó respecto de su historial académico, se le conoce una formación en Derecho Internacional por la Universidad de Utrecht, en Holanda, el cual consideraba su máximo orgullo. Entre otras anécdotas, contaba que como había nacido en San Fernando, su padre, un humilde trabajador de origen árabe, dada su calidad de itinerante, siempre le ponía a sus hijos, los nombres en honor a los lugares que visitaba. En razón de eso, lo llamó Fernando, por haber nacido en la citada comuna momentos antes de llegar a Victoria. En tanto iba creciendo, su agudeza de pensamiento fue tal que, pese a ser bautizado como católico, se alejó de la religión, llegando incluso al punto de ser escéptico, lo que se reflejó en varias de sus obras escritas posteriores, que como sabemos, eran más cercanas al pensamiento y a la filosofía. Incluso llegó a escribir una novela que no alcanzó a terminar ya que según sus palabras: «mi señora mató al novelista».
Es decir, Temer estaba preparando su primera novela, pero como a su mujer le faltaba papel para encender la estufa, sencillamente tomó las páginas escritas por él, quemándolas para poder encender fuego en medio de un clima helado, lo que acabó derrumbándolo. También se le conocen otras anécdotas donde alguna vez fue al campo a atender un caso, relacionado con los mapuches y los problemas que tenían con agricultores por temas de terrenos, armándose un lío durante la comida por lo que tuvieron que ir en patota a solucionar el problema con algunos propietarios de predios y los mismos comuneros. A lo largo de aquella entrevista que alguna vez el Juez Temer concedió a un medio regional ese 2006, se paseó por un análisis detallado de algunos de sus libros, como también la evolución personal que presentó en tanto iba creciendo: según él mencionaba, muchos creyeron que tenía el Síndrome de Down, en otra ocasión, su entorno creyó que era autista, lo que no era cierto, pues con el tiempo se supo que era muy inteligente -aunque algunos dijeron que era loco en razón de su gran sapiencia y aplicación-, aunque cuando algunos preguntaban sobre el mismo Temer, no faltaba quien decía de él que era loco, o incluso algunos lo conocían como «el loco Temer». Incluso el mismo juez contaba que sus alumnos de Derecho le tenían el mote de «Albert Einstein», en razón de su parecido físico con el científico y físico alemán, motivo por el que también mencionó que se puso a estudiar la Teoría de la Relatividad. En definitiva, Temer poseía una amplia cultura, motivo por el que se hizo célebre en Victoria, además de sus indiscutibles conocimientos de leyes, lo que era el motivo de su formación profesional y académica, junto a su labor literaria.
Finalmente, D. Fernando Temer Oyarzún falleció a los 91 años, la tarde del miércoles 6 de marzo de este año en Santiago, cuya noticia fue dada a conocer al periódico «Las Noticias de Malleco» por su hija Paulina, quien indicó en ese momento que su progenitor se había trasladado a la capital hace más de 8 años, o sea, poco después de haber jubilado y que de paso sea dicho, disfrutó muchísimo a sus nietos como también de la lectura, que se transformó en su gran pasión. Sus restos asimismo, fueron velados en la Capilla del Cementerio Parque del Recuerdo de Santiago y sus funerales se efectuaron el viernes 8 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, a las 16:00 hrs. después de hacérsele un responso. A Temer le sobrevivieron su misma hija Paulina, su yerno y 2 nietos, además de sus sobrinos que se encontraban radicados en Victoria. Una huella imborrable dejada por este gran profesional de las leyes y autor, que enriqueció de cultura y conocimiento a toda Victoria, dejando para la posteridad numerosas enseñanzas y un gran legado entre sus alumnos, como entre quienes lo conocieron en vida a lo largo de toda su trayectoria profesional y académica.