Vicente Painel Seguel
Wissenschaft es la manera de decir pensamiento riguroso en alemán, se entiende ciencia-filosofía por este concepto. Rakizuam, Rakin: número y Zuam: conciencia, es la manera de decir pensamiento en mapuche, también es una concepción rigurosa. En la provincia de Malleco hay un importante nivel de inversiones en turismo para Malalcahuello y Capitán Pastene, público y privada, y en varias comunas además. Lamentablemente se da un círculo vicioso causado por un puñado de políticos que alegan vez que pueden, por lo que ellos llaman seguridad y contra el terrorismo; de manera banal, repartiendo un discurso del miedo, de manera en extremo irresponsable, solo logrando estigmatizar la provincia.
Para hablar de seguridad se debe hacer desde el canon científico, me refiero a aplicar el método científico, en que la hipótesis, el estudio y la corroboración son insoslayables. El único político de la región a la altura de este tratamiento serio ha sido el Senador Francisco Huenchumilla, quien lleva años insistiendo que, sin política sustancial de prevención y anticipación, solo hay palabras inefectivas. Debemos agregar que la demagogia y el populismo penal no son camino a nada, e intentar confundir la causa del pueblo mapuche con los problemas de seguridad a esta hora del día, no solo no es entender la naturaleza jurídica, histórica y política del conflicto del Estado, además es no entender la naturaleza de la política.
Un buen ariete ha sido las políticas públicas de “cuidado”. El cuidado como categoría integral es armónico con la libertad de circulación y la libertad en general. El cuidado en términos holísticos en los países de alto desarrollo humano, es primordial sobre los discursos de seguridad…
El control policial y militar extremo es incompatible con el turismo social y comunitario, el cual desde una óptica multiplicadora, podría ser el gran surtidor de un aumento sustantivo de buenos empleos en la provincia. Nada más el año pasado tuve el privilegio de ver dirigentes gremiales del turismo interpelando a políticos locales por hablar tan ligeramente de terrorismo y espantar a los turistas. Este año, contribuyamos a los gremios del turismo, des-estigmatizando a Malleco, es el desafío. Con amabilidad, responsabilidad, solidaridad y ciencia, todas necesarias para la distinción… Que broten mil flores.
El único temor, en la bella tierra sagrada de Malleco, es enamorarse y no querer irse nunca más de ella.