Nacida en Canadá y radicada hace ya cuatro décadas en Chile, Lake Sagaris se ha desarrollado y destacado fuertemente en el ámbito dirigencial y el activismo relacionado principalmente con la organización urbanística centrando su enfoque en prácticas más «amorosas» de relacionarse en la vida en ciudad.
Hoy se presenta como candidata al Concejo Municipal de Providencia y nos hemos permitido conocerla un poco más de cerca en las siguientes líneas:
- Muchas candidatas hablan de valores y temas muy generales, salud, educación, medio ambiente. ¿Cómo se aterrizan esas ideas en acciones reales de los Municipios?
En una palabra, PLANIFICACIÓN. Los planes establecen metas claras, consensuadas, y en base a esas metas, indicadores, que permiten medir avances de una forma transparente.
La segunda clave es COLABORACION. Demasiado a menudo, la Municipalidad dice que “no es su tema” porque no tiene tutela sobre, por ejemplo, las escuelas, los servicios de salud, Carabineros y Fiscalías. Aquí es súper importante la capacidad de coordinar con gente que piensa muy distinta. Porque la mayoría de las veces el problema de raíz es la falta de coordinación, incluso entre las mismas direcciones municipales.
Como ejemplo, para la educación: establecer la meta de aumentar las escuelas básicas en zonas residenciales, porque hace muchos años que no dan abasto con la demanda. Y coordinar con Mineduc para lograr esta meta.
Para la salud: acordar, por ejemplo con la Junta de Vecinos del Barrio Bellavista, trabajar juntos para lograr un Centro de Salud en ese sector, porque no hay. Y coordinar con Minsal. Esto, además, puede rescatar una propiedad abandonada y darle un uso muy beneficioso para todo el sector, importantísimo en zonas como Pio Nono, que son muy problemáticos.
Por sobre todo, incorporar ordenadamente estas metas en el Plan de Desarrollo Comunal y el Plan de Inversiones, que es anual, y, nuevamente, coordinar con otros niveles de gobierno para lograr recursos adicionales. En Providencia, un error terriblemente costoso para el bienestar y la seguridad, fue no participar en los planes de mejoramiento del eje Alameda-Providencia. Perdimos mucho: una buena ciclovía, que sacaría a ciclistas de las veredas, cámaras y monitoreo coordinado, para la gestión de la seguridad y especialmente los procesos judiciales.
- Los derechos humanos son fundamentales para la democracia. ¿Cómo se pueden reforzar al nivel municipal?
Creo que allí hay mucho que hacer para construir una cultura cotidiana de buen trato y cuidado. En muchos barrios, los barrenderos de Provi, por ejemplo, no tienen donde dejar sus cosas, donde almorzar, o interactuar. Ese problema es “del contratista” pero genera situaciones muy inhumanas, la gente sin poder tomarse un té durante una larga jornada, sentada en la vereda incluso a la intemperie, etc.
Pero también logrando una participación realmente ciudadana, o sea, en base a trabajos que generen consensos, y donde las organizaciones democráticas de la comuna, especialmente la Unión Comunal y las JJVVs, la Comisión Ambiental Comunal, Clubes de Adulto Mayor y similares, puedan liderar, en conjunto con la municipalidad, la planificación y la implementación de planes. No hay nadie más cerca de la comunidad que – la misma comunidad. La administración actual ha dado mucha voz a unos pocos intereses comerciales, sin entender la importancia de las ecologías que conformamos entre residentes, comercio, patrimonio, cultura, educación. Bien gestionadas, dan para vivir mejor, y también aportan enormemente a barrios más seguros.
La evidencia está a la vista: hay barrios muy seguros de Providencia, y otros en riesgo de convertirse en desiertos urbanos como el Barrio Suecia. Una medida simple, qué las patentes de alcohol no sean más de un 5% del comercio como un todo, es bueno para el comercio bueno y también para residentes.
- ¿Cuáles son las ideas y las prácticas más estratégicas para cuidar la tierra y mejorar la equidad y el bienestar de las personas?
La PLANIFICACIÓN PARTICIPATIVA, y la PREPARACIÓN de las organizaciones locales para dar respuesta inmediata en cualquier emergencia, pero por sobre todo para PREVENIR. La estrategia más poderosa es trabajar desde las calles, reduciendo el tráfico motorizado, ensanchando para mejorar la arborización, las áreas veredas, veredas y ciclo-facilidades. Los estudios demuestran que fomentar la caminata y la bicicleta para el 50% de los viajes que son menores a 5 km es — por varias magnitudes — la mejor manera de reducir drásticamente las emisiones de gases de invernadero. Mucho más efectivo de autos eléctricos, por ejemplo, que solo cambian la fuente de energía pero no cambian el tremendo espacio que requiere cada auto para mover, en promedio, una sola persona. Pero además mejora la salud, el rendimiento escolar, las ventas del comercio: o sea, bien aplicado, todos ganamos…
Además la Municipalidad puede crear programas de apoyo para emprendimientos ambientales — instalación y mantención de termos solares para calentar el agua, fotovoltaicos para generar parte de la electricidad — los beneficios son tremendos. Mientras trabajaba como profesora universitaria, metí mis ahorros en ambos: ahora que vivo con ingresos limitados, ¡me están salvando la vida! Mi cuenta de luz este mes, por ejemplo, fue menos de $10.000.
La Municipalidad puede ayudar en dos sentidos: proporcionando fondos semillas a la gente más necesitada, y la hay en Providencia, lo sabemos muy bien; y garantizando la calidad de las empresas que proporcionan estos servicios, porque hay muchas, muy pequeñas, y comprar sin garantías es un riesgo muy alto para las familias.
- ¿Qué rol puede tener el comercio en una agenda sustentable a escala municipal?
Para generar sistemas de vida sustentables, con inclusión y equidad, necesitamos fomentar nuevas formas de comercio. Y ya se ven, asomándose, con un apoyo mínimo en estos años. Locales que venden plantas y ropa usada, que reciclan ropa y zapatos, talleres de venta y mantención de bicicletas, cafés locales al alcance de una caminata corta, escuelas básicas y medias a una distancia caminable y pedeleable, bici-mensajería y bicitaxis. Estos todos son emprendimientos importantes de apoyar, activamente.
¡Más cafés locales y menos farmacias de cadena mejorarían mucho la salud mental!
¿Cómo lo hace la Municipalidad? Puede armar un programa de mejoramiento de veredas y arborización, asesoría de diseños para frontis y vitrinas, apoyo para incentivar las compras en negocios locales, en toda la comuna. Generar lazos entre restaurantes y productores orgánicos, integrando huertas en techos de los edificios de Providencia y otros espacios que requieren atención. Más que grandes gastos, estos son temas de gestión.
En estos últimos años, los intentos por fomentar trabajo únicamente desde lo individual, no han prosperado como necesitamos: los hubs, etc. ya se cerraron y replantearon. Y las ferias de emprendedores, que son una muy buena iniciativa, requieren evaluación, para saber si realmente están logrando sus objetivos, y mejorarlas, por ejemplo, para favorecer a la seguridad.
En este tema, nuevamente, la falta de coordinación, incluso interna de la Municipalidad, es palpable. Por ejemplo, cuando se hacen las ferias sin el diseño adecuado de las calles, o sea, la Dirección Económica sin coordinar con Transito, SECPLAC y Asesoría Urbana: queda la embarrada! Como hemos visto en varios Barrios, donde se fomenta el comercio, sin cuidar el patrimonio y por sobre todo, la presencia residencial.
- Hablamos mucho hoy en día de diversidad, pero ¿de qué diversidades estamos hablando y cómo se pueden abordar en la gestión municipal?
Es muy importante entender las distintas diversidades que pueden mejorar la gestión municipal en cada barrio. La diversidad de capacidades es central, y muy ignorado, o reducido a un solo tipo.
Primero que nada, todas las personas en algún momento vivimos una discapacidad — una operación, un tratamiento complejo, una fractura — y para algunas personas y familias, la discapacidad es parte permanente de su vida cotidiana. Contratar a un equipo de profesionales con distintas discapacidades sería un buen principio. Genera trabajos decentes, al mismo tiempo que se potencia la capacidad municipal en esta área. Porque es transversal, debe influir en la Secretaría de Planificación, pero también en la Dirección de Organizaciones Comunitarias, Tránsito, pero también Patrimonio y Cultura.
Similarmente, la diversidad de edades es importante: muchos sectores de Providencia carecen de plazas y parques para niñas y niños, y no conozco un programa de servicios para adolescentes, una etapa de muchos riesgos y que incide, sin duda, en las incivilidades y la violencia.
La diversidad entre mayores es sumamente relevante y a menudo ignorado: muchos queremos trabajar, y, con todo respeto, después de 40 años o más en la fuerza de trabajo, lo último que necesitamos es ¡más capacitación! Queremos reconocimiento de nuestros derechos.
Al mismo tiempo, la capacitación siempre ayuda para ciertas cosas, especialmente para las cuidadoras que han trabajado más en el plano del hogar y del barrio que en la fuerza laboral.
También están las diversidades de los pueblos: tenemos números importantes de pueblos originarios y de migrantes en Providencia. Yo soy migrante de Canadá y muchos dirigentes locales son migrantes de países vecinos. Los “malos” son una minoría. Para Providencia integrar estas diversidades en lo Cultural, con una oficina, fondos y programas para fomentar las relaciones entre culturas, nos enriquecería mucho. Poder gozar de la gastronomía, la música, la poesía, el arte de otros países en tu propia comuna: es una marca de una ciudad sofisticada y exitosa. Piensa en París, Barcelona, Buenos Aires, Toronto, Londres o Nueva York. Multiculturales todas.
Están también las diversidades en cuanto a preferencias sexuales, LGTBQ+, que han logrado avances importantes hacia un trato digno y humano. Los derechos de las mujeres calzan bien e interactúan con estas, especialmente en el plano de poder vivir libre de discriminación y violencias. La seguridad es esencial para que estos grupos puedan participar plenamente. La Municipalidad tiene una oficina — la he visto en acciones importantes, como apoyar a mujeres acosadas en Bellavista, pero la mayoría del tiempo no se ve.
Hacer real, vivible los derechos pasa por una Carta de Derechos Ciudadanos de Providencia, y una oficina que se encarga de defender esos derechos, al interior del Municipio y en la sociedad en general: asesoría jurídica, conexión con ONGs que trabajen estos temas, apoyo para conseguir los recursos necesarios. Se puede aportar a una mejora sustancial, siendo ejemplo.