NOTA PERIODÍSTICA/PATRIMONIO/HISTORIA/PROYECTOS E INFRAESTRUCTURA.
Uno de los más renombrados proyectos que se conocen en Europa y vinculan a Francia con Inglaterra, es el Eurotúnel emplazado en el Canal de la Mancha, siendo el más largo del mundo y con un amplio tramo submarino. Fue inaugurado el 6 de mayo de 1994, contando con la asistencia del Presidente de Francia de aquel entonces François Mitterrand y la Reina Isabel II quienes al ver culminadas las obras, se le dio la marcha blanca definitiva a esta obra vial submarina, donde los automóviles ya podían circular sin ningún problema de manera paralela a los trenes que desfilaban por los rieles sobre la cabeza de cada vehículo. La idea cabe destacar que nació en 1802, siendo firmado años más tarde por Mitterrand y la Primera Ministra Margaret Thatcher en 1987. La construcción de este duró alrededor de seis años, participando un total de más de 13.000 trabajadores para ser finalmente inaugurado en 1994.
El Eurotúnel (en francés Tunnel Sous la Manche y en inglés Channel Tunnel o Chunnel de manera estilizada), está unido entre las ciudades de Coquelles, cerca de Calais en Francia y Folkestone en Gran Bretaña, constando de tres túneles paralelos: dos ferroviarios y uno de mantenimiento de escape. Asimismo, el recorrido dura un total de 35 minutos, o sea, poco más de media hora para cruzar de un país a otro. La obra a su vez fue financiada por privados, sin intervención estatal, comenzando los servicios de Eurostar en noviembre de 1994. Cuenta a su vez con una conexión entre las líneas férreas de alta velocidad LGV Nord de Francia y High Speed 1 de Inglaterra, cuyos vehículos se pueden embarcar a través del tren lanzadera «Shuttle» y el tren Eurostar como pasajero regular. No por nada, el mencionado túnel aparece también en la literatura y cultura popular, a través de la novela «La Vuelta al Mundo en 80 Días», de Julio Verne, donde Phileas Fogg y su acompañante, el mayordomo Passe-Partout viven aventuras a lo largo del Canal de la Mancha cerca de la Inglaterra natal del protagonista, en tanto el proyecto del túnel se estaba concibiendo, ya que por el s. XIX era más común el recorrido del tren como transporte internacional a Francia.
Mientras en el cómic nacional, «Condorito» y su compadre «Don Chuma», luego de ver un aviso del diario «El Hocicón» de Pelotillehue, se ofrecen para construir el túnel anglo-francés a puro chuzo y pala, cobrando un precio bajo por la construcción de este. «Condorito» se encargaría del lado francés y su cumpa del inglés, con la idea de juntarse al término de las obras uniendo ambos lados, en clara parodia a este hecho, que surgió como chiste entre fines de los 80 e inicios de los 90. Ello sin duda, otorga un buen puntal a la revista y a los hechos históricos concernientes a la elaboración de este megaproyecto europeo, que ya es parte del patrimonio mundial.
