NOTA PERIODÍSTICA/CINE/ANÁLISIS DE PELÍCULAS/NAVIDAD.
Este mes de diciembre que ya anuncia la pronta llegada de la Navidad, también en sus películas suele transmitir el mismo espíritu de esta fiesta, considerada un verdadero motivo de unión en muchas familias del mundo entero. A lo largo de esta presente nota, y como una manera de encender la magnificencia de esta fecha, nos dedicaremos al comentario y análisis de la famosa película de 1996, «El Regalo Prometido». Conocida en inglés con el nombre de «Jingle all the way», la cinta que tiene como protagonista al gran actor austríaco-americano Arnold Schwarzenegger, que lejos de sus representativas películas y papeles de fisicoculturista musculoso y hombre a todo dar de los combates y héroes de acción que solía representar en cada cinta, incluyendo a «Terminator», esta vez vuelve con un papel más centrado en la familia y la vida común. Pues aquí, Schwarzenegger interpreta a Howard Langston, un padre de familia que abrumado por su continuo trabajo como hombre de negocios, principalmente telefonista ejecutivo de una gran empresa, al parecer de una tienda por departamentos, atiende un inesperado llamado de su mujer Liz (Rita Wilson), que le recuerda la competición de karate de su hijo a la que se comprometió a asistir, sin embargo, por temas claramente laborales, llega atrasado a la competición y al llegar a casa, tiene problemas tanto con Liz como con su hijo Jamie, éste último, lógicamente sentido por fallarle en este importante momento. Para compensarle el mal rato, Howard le ofrece pedir lo que desee para Navidad. Jamie acepta el trato, y le pide el muñeco parlante «Turboman», el héroe de acción popular preferido por muchos niños de la ciudad donde viven. De este modo, comienza una carrera contra el tiempo, donde este abrumado padre corre por toda la ciudad buscando el muñeco que ya se encuentra agotado. A lo largo del día, Langston vive continuos enredos y peleas, como también situaciónes abrumadoras que en cierto modo amenazan con costarle el matrimonio, ya que su mujer tiene un continuo flirteo con su vecino Ted (rol a cargo de Phil Hartman), que es separado, y que se caracteriza por entrometerse en los asuntos de Howard y su familia, razón por la que no se llevan bien.
La última opción es que vaya al desfile de Navidad con toda la familia, siendo que pronto será víspera de Nochebuena, mientras que en su lucha final por conseguirle el muñeco a su hijo, el mismo Langston se transforma en Turboman al ser confundido con otro actor que al parecer no asistió al show, motivo por el que lo visten rápidamente y desorientado, debe aperrar con la nueva transformación y darle en el gusto a su hijo. Una vez transformado, Langston reaparece en el rol de Turboman y descubre a su hijo, dando pie a un importante momento. Lo más emocionante es cuando el personaje se saca el casco de héroe y aparece Howard para sorpresa de todos los asistentes al evento. Al final, dado que Jamie ya no desea el muñeco, en tanto su padre le pregunta el motivo: su hijo le señala que ya no es necesario ya que tiene al verdadero Turboman en casa. Su padre queda convertido en el superhéroe de toda la ciudad, siendo aclamado por la gente, y por la policía que espera verlo trabajar con él, lo que a Langston le da una idea de cambiarse de empleo y formar parte de la misma oficialidad sirviendo a la gente y ya con horarios menos exigentes y ruidosos, dándole la oportunidad de pasar más tiempo con su familia. Una verdadera oportunidad para recuperar tiempo con los suyos y salvar la Navidad.
La cinta dirigida por Brian Levant y estrenada por la productora 20th Century Fox, fue una de las mejores producciones que recaudó una enorme ganancia de U$75.000.000, considerando el número de espectadores, arrasando en taquilla y cómo no, recaudando además la no despreciable suma de 129 millones de dólares en todo el mundo. Gran parte de América, especialmente los países del sur de habla castellana y portuguesa, acogieron cálidamente la película, ocurriendo lo mismo en países de habla inglesa como Jamaica y en el continente europeo, principalmente España que contó con su propio doblaje y su propio título denominado «Un papá en apuros», obvio equivalente de la trama, pero que fue superado por su nombre hispanoamericano: «El Regalo Prometido», haciéndolo más popular principalmente en Sudamérica. Por tanto, este es uno de los aciertos cinematográficos que ha sido característico de Schwarzenegger, en esta comedia navideña y que le ha consolidado como uno de los mayores protagonistas de Hollywood, representando el espíritu navideño de muchas familias americanas y de todo el mundo, donde efectivamente se deja entrever a lo largo de toda la película, el precio que deben pagar gran parte de los padres de familia a la hora de buscar regalos a contrarreloj y siendo que el tiempo está encima, con tal de hacer felices a sus propios hijos en esta Navidad. Un clásico e imperdible para estas fiestas, que se puede disfrutar en una rica once con pan de pascua y galletas navideñas…lejos el mejor panorama familiar.