NOTA PERIODÍSTICA/MUNDO/INFORME DE PRENSA/RELIGIÓN.
Desde el pasado domingo, la Conferencia Católica del estado de Nueva York acusó al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump de burlarse de los fieles, después que el mandatario norteamericano publicase una foto suya vestido como papa, volviéndose viral en poco tiempo. Por lo mismo, la controvertida imagen del jefe de estado fue hecha con ayuda de inteligencia artificial (IA), presentándolo con sotana blanca, mitra, una enorme cruz dorada y en una pose donde pareciera estar dando una bendición, debido a que tiene el brazo derecho inclinado a la altura del hombro y con el dedo índice levantado.
«Esta imagen no tiene nada de ingeniosa, ni de divertida, señor presidente», escribió el mencionado grupo católico en X (ex-Twitter).
«Acabamos de enterrar a nuestro amado papa Francisco y los cardenales están a punto de entrar en un cónclave solemne para elegir al nuevo sucesor de San Pedro. No se burle de nosotros», remachó la conferencia.
Y es verdad, pues a poco de que el cónclave empiece y decida al futuro sucesor de Francisco, las polémicas sin lugar a dudas ardieron, principalmente entre los seguidores de esa fe. A la hora de hacer una somera descripción de la polémica instantánea, Trump aparece vestido de pontífice, mientras la Iglesia Católica espera este miércoles en el que se iniciará el cónclave que ya va en cuenta regresiva, donde se elegirá al nuevo papa, tras el deceso del Papa Francisco a cuyos funerales el Mandatario estadounidense asistió momentos antes, y ya dos días después de que Trump sugiriera en algún minuto que él sería una buena opción para ocupar el sitial de San Pedro.
«Me gustaría ser papa. Esa sería mi opción número uno. Creo que sería un gran papa. Nadie lo haría mejor que yo», señaló el Mandatario este miércoles pasado desde la Casa Blanca.
Respecto de ello, el Vice-presidente de EE.UU., J.D. Vance, hombre convertido al catolicismo que fue el último funcionario público que atendió al fallecido Papa Francisco, defendió a Trump en una publicación en su cuenta de X argumentando que la imagen debería ser tomada como una broma. Aparte, la molestia expresada en ese momento por la Conferencia Católica de Nueva York, es contrastante con la idea de Trump de que le gustaría que el Arzobispo de Nueva York, Cardenal Timothy Michael Dolan, uno de las autoridades religiosas estadounidenses presentes en el cónclave, fuera el próximo papa.
Tras lo ocurrido, el Cardenal Dolan cree que la imagen del presidente Donald Trump vestido de papa «no ha estado bien», según refirió este domingo en Roma, a tres días de que comience el cónclave de mañana para elegir al nuevo pontífice. Por lo mismo, la foto del Presidente estadounidense vestido de papa, que fue generada con Inteligencia Artificial y publicada tanto en sus redes sociales como oficiales de la Casa Blanca, causó un enorme revuelo luego de la muerte de Francisco el 21 de abril, mientras que desde el Vaticano se preparan para buscar a su sucesor en el próximo cónclave. A su vez, la Santa Sede tampoco se ha pronunciado oficialmente, mientras que su portavoz, Matteo Bruni, no comentó los hechos pese a que se le preguntó por ello en la rueda de prensa de este sábado.
El Gobierno de la Primera Ministra italiana Girogia Meloni, de carácter ultraderechista, no ha entrado en el debate pese a que la imagen sí ha sido criticada por formaciones de oposición como el Partido Demócrata Italiano o «Italia Viva». Cabe destacar que la Iglesia Católica se encuentra en periodo de «sede vacante» luego del fallecimiento de Francisco, mientras que a partir de este miércoles por la tarde, alrededor de 133 cardenales de todo el mundo se encerrarán en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor. A su vez, la tarde de este lunes, la iglesia concluyó las «novendiales», lo que se refiere a un periodo de nueve días de luto después de la muerte del pontífice, con la novena misa en la Basílica de San Pedro que fue oficiada por el cardenal francés Dominique Mamberti (protodiácono del mencionado templo) que también será el encargado de anunciar al mundo el tradicional «Habemus papam», de elegirse al próximo sucesor en tanto salga humo blanco.
