NOTA PERIODÍSTICA/COMENTARIO INTERNACIONAL/HISTORIA POLÍTICA.
El crimen del Primer Ministro de Israel de aquel entonces, Isaac Rabin, ocurrido en 1995, sucedió al término de una manifestación en apoyo a los Acuerdos de Oslo en la Plaza de los Reyes de Israel, en Tel-Aviv. Su perpetrador fue un hombre llamado Yigal Amir, extremista que lo asesinó y que de paso, se hallaba disconforme con los acuerdos tomados para Israel desde Noruega, como también a la negociación de la paz instaurada por Rabin. El Primer Ministro fue injuriado por varios grupos de derecha y los líderes del Likud, otro brazo político y afin a esta colectividad.
La molestia tuvo que ver con el intento de pérdida de los territorios ocupados así como una capitulación ante los enemigos de esta nación del Medio Oriente. Por ello, los líderes conservadores y el partido Likud acusaron a Rabin de «alejarse de la tradición judía y los valores de la comunidad», siendo uno de ellos el actual Ministro Benjamin Netanyahu, que en ese tiempo fue líder del Likud. Además, este grupo que representaba al ala más conservadora de Israel, como los religiosos nacionalistas, afirmaban que retirarse de cualquier tierra considerada «judía», era considerado una herejía. Algo que se oponía sin duda y de acuerdo al criterio de estos grupos, a los valores fundamentales del judaísmo.
Fue así que los rabinos de derecha que se hallaban asociados con el movimiento de los colonos, prohibieron las concesiones a los palestinos, prohibiendo a los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel la evacuación de los colonos judíos en virtud de los acuerdos. Entretanto, algunos ministro del clero judío proclamaron el din rodef, que se basaba en una ley judía de autodefensa contra Rabin, en la que argumentaron que los Acuerdos de Oslo pondrían en peligro la vida de los judíos. Después de su último discurso aquel fatídico 4 de noviembre de 1995, Isaac Rabin fue asesinado cuando estaba a punto de subirse a su auto oficial, donde el extremista Yigal Amir disparó tres veces contra el Primer Ministro (el tercer tiro erró), quedando aquel momento registrado en un video elaborado por un espectador que estaba probando su cámara nueva. El sujeto que provocó el atentado contra Rabin, llevaba en su mano una pistola semiautomática Beretta 84F momento en que fue reducido por los guardaespaldas del reciente Nóbel de la Paz, ya que tuvo dos años antes un encuentro con Yasser Arafat, Presidente de Palestina y Bill Clinton, de Estados Unidos donde firmaron un acuerdo de paz enmarcado en las negociaciones de Oslo al buscar una solución al conflicto palestino-israelí.
Tras el ataque, Rabin fue trasladado urgente al Hospital Ichilov en el Centro Médico Sourasky de Tel Aviv, muriendo en la mesa de operaciones desangrado y con un pulmón perforado por las balas a 40 minutos de haber llegado al recinto asistencial. Su jefe de gabinete anunció a las afueras del hospital su dramático deceso en el que declaró que pese a los esfuerzos médicos, no se le pudo salvar la vida.
«El gobierno de Israel anuncia con consternación, con gran tristeza y profundo dolor, la muerte del primer ministro y ministro de defensa, Isaac Rabin, asesinado, esta noche en Tel Aviv. El gobierno se reunirá en una hora para una sesión de duelo en Tel Aviv. Bendito sea su recuerdo».
Eitan Haber, Jefe de gabinete de Isaac Rabin.
El funeral de Rabin se efectuó dos días después de su muerte, en el Cementerio Monte Hertzl de Jerusalén, donde Rabin fue enterrado. Allí asistieron el Presidente Clinton (EE.UU.), el Rey Huséin (Jordania), la Reina Beatríz I (Holanda), el Primer Ministro ruso Víctor Chernomyrdin, el Primer Ministro español Felipe González, Jean Chrétien, Primer Ministro de Canadá, el Primer Ministro interino Shimon Peres, el Secretario Gral. de la ONU, Butros-Butros Ghali, el Presidente de Egipto, Hosni Mubarak, el Presidente de la República Popular del Congo y hasta hoy mandatario, Denis Sassou-Nguesso y el Presidente de Israel Ezer Weisman. Junto con ello se erigió un día nacional en Israel en honor del Ministro asesinado, de acuerdo al calendario hebreo y el renombramiento de la Plaza de los Reyes donde fue baleado, con su nombre. Pese al impacto que generó este asesinato, aún existen cuestionamientos contra algunos miembros políticos que debían jugarse la vida de Rabin, impidiendo su magnicidio, lo que desgraciadamente no se hizo y cuyos antecedentes quedaron registrados en el informe conocido como Comisión Shamgar de 1996, donde se ignoraron las amenazas de muerte a Rabin por parte de judios extremistas, como también poner la vida del Primer Ministro en riesgo.
Una herida de la que Israel aún no logra reponerse y cuyo trágico asesinato no se olvida.
