NOTA PERIODÍSTICA/ACTUALIDAD/ANÁLISIS/MUNDO.
El actual mandatario de Argentina Javier Milei, lo había dicho no una, sino varias veces en medio de la campaña presidencial y luego de su acceso al poder. Había prometido el saneamiento de la economía, la cual registraba dos dígitos al mes de inflación, más tres a nivel interanual, pero con un plazo. Así, en dos años, planteó que las cosas estarían mejor, mientras que para el final de su periodo, esta -la economía- tendría un avance significativo. Del mismo modo, medios argentinos señalaron que, la gente celebraba como nunca cuando su mandatario electo gritaba respecto de la aplicación de una política de shock fiscal, razón por la que muchos se preguntaron cuánto duraría el apoyo ciudadano. El propio Milei por su lado, admitía que serían meses duros de forma previa al repunte, y lo fueron, pues los índices de pobreza se mantienen en altos históricos y la inflación baja, pero sigue apretando las billeteras argentinas.
No obstante, las encuestas reflejan que el economista libertario sigue con números azules entre los ciudadanos. Asimismo, el crédito social sigue abierto, pero no a destajo. Si bien los índices se muestran estables sobre la aprobación presidencial a su gestión, también revelan que de seguir subiendo los servicios al ritmo que lo están haciendo hoy, sus cifras azules podrían volverse rojas. Y ya son seis meses de aquel 10 de diciembre de 2023 donde Milei asumió la presidencia, pero él y su equipo no han conseguido modificaciones a través del Congreso, donde su coalición «La Libertad Avanza», no logró muchos escaños, pero sí ha avanzado mediante decretos. Consecuencia de ello, fue el superávit del primer semestre, que fue celebrado por las huestes libertarias, al mismo tiempo que fue criticado por la oposición al ser fruto según denuncian, de la licuación de pensiones.
Mientras tanto en la calle, varias marchas fueron impulsadas por sectores gremiales y opositores, pero que no se asemejan en nada al impacto que alcanzó la de defensa de la educación pública, considerada la mayor muestra de rechazo social contra las políticas libertarias. Y es por eso que la temperatura de la calle, era lo que levantaba más dudas después de la victoria de Milei ante el candidato del antiguo oficialismo, Sergio Massa. Por su parte, el modelo kirchnerista, muy criticado por el actual mandatario, sería desguazado y con ello, buena parte de las subvenciones, ayudas y amortiguaciones que el Estado entregaba a millones de argentinos, comenzaba a ponerse en riesgo. Incluso algunos, le daban fecha de expiración a la actual administración: un total de dos años.
Entretanto, se cumple por estos días el primer semestre de la gestión de Javier Milei como Presidente de Argentina. A su vez, el outsider de la política interna y latinoamericana cumple medio año como mandatario, razón por la que toca hacer balance de este periodo donde ha podido equilibrar las cuentas públicas de Argentina, dando contundentes golpes a la economía real, aplicar su denominado «Plan Motosierra» reduciendo de igual modo el Estado a la mitad, incluso, incursionar en el mundo de la Inteligencia Artificial (IA) de modo que su país postule como próxima potencia mundial. En razón de eso, se comparó con «Terminator», el icónico personaje de exterminio espacial interpretado por Arnold Schwarzenegger.
Alguna de las razones para definir a Javier Milei son las siguiente de acuerdo a su modo de hacer política: libertario, economista «anarcocapitalista» de la Escuela de Austria, outsider de la política, etc. El caso es que desde su ascenso a la Presidencia de la Nación el 10 de diciembre de 2023, su figura ha sido tema de análisis entre las gentes que dudaron de su «radical gestión de estabilidad» en un país donde perdura la pobreza así como una elevada inflación.
Durante este actual periodo, inició la aplicación de una política sin anestesia que ha sido tema de comentario mundial, siendo sus 5 principales hitos, cuyo material fue recogido por la BBC:
1) Déficit Cero: Este es uno de los puntos más tajantes de la era Milei, cuyo fin es garantizar que el Estado tenga más ingresos que egresos. Es aquí donde el mandatario argentino ha dicho que el «déficit cero» es algo «que no se negocia de ninguna manera» ya que lo considera como la única manera de bajar los precios, siendo claramente, el problema más presente de los argentinos. «Si el Estado no gasta más de lo que recauda y no recurre a la emisión, no hay inflación. No es magia», añadió el economista. «Se trata de garantizar que el Estado tenga más ingresos que egresos», puntualizó.
2) Plan Motosierra: Lo que habíamos tratado en el punto anterior: aquí, el mandatario se dio a la tarea de recuperar el superávit fiscal por medio de lo que él mismo denominó el «Plan motosierra», a fin de aplicar recortes netos de gastos. Una medida muy draconiana por cierto. Al respecto, su objetivo inicial era recuperar el equilibrio o ajuste fiscal para fines de este año, logrando en pocas semanas, un ajuste «sin precedentes mundiales», tal como se vanagloria el Presidente argentino al decir:
«A diferencia de otros, que con ajustes de medio punto del PIB terminaron volando por los aires, nosotros hicimos un ajuste de 7 puntos del PIB y estamos aquí parados y vamos a seguir dando la pelea», reveló días atrás en un foro económico.
Así, desde un déficit primario del 2,9% del PIB junto a un resultado financiero negativo del 6,1% del PIB el año pasado, Argentina logró en el primer cuatrimestre de este año acumular un superávit primario del 0,66% del PIB, más uno financiero del 0,18%, según datos manejados por la Agencia EFE: «Desde el punto de vista macroeconómico de medidas de shock, el equilibrio fiscal es muy bueno. Pero la duda es la sostenibilidad en el tiempo, si esto puede perdurar», señaló a la mencionada agencia Leonardo Piazza, Director de la Consultora LP Consulting.
3) Plan Licuadora: Otro hito impulsado por el Presidente Milei ha sido el «Plan Licuadora», que consiste en el aumento leve de algunas partidas presupuestarias, pero debajo de la inflación, lo que en realidad devendría en recortes. Aquí hablamos de un plan donde Milei logró pasarle la motosierra al gasto de la «casta política». Según declaraciones del medio británico, los recortes en la obra pública y el empleo estatal han tenido un impacto más allá del mundo político. Lo mismo sucedió con la suspensión de la publicidad gubernamental en medios, lo que llevó a diversos despidos en empresas periodísticas, las que dependían de ese aporte (la Agencia Estatal Télam fue cerrada directamente). Por su parte, la baja de subsidios a la energía y el transporte golpearon directamente el bolsillo de los argentinos.
De igual manera, la nueva Administración ha trabajado en reducir los excedentes monetarios y los pesados pasivos del Banco Central, así como cortar la emisión monetaria para financiar al Tesoro, aliviar los vencimientos de deuda y recomponer las reservas monetarias, cuyos pasos son los que Milei cree necesario seguir dando para cumplir algún día -ya no arriesga cuándo- con su promesa de levantar las restricciones cambiarias y luego de eso, «imponer un nuevo régimen de competencia de monedas».
Sin embargo, el ajuste tiene su lado B en la economía real: la actividad ha acumulado una caída del 5,3 % en el primer trimestre, cuyos sectores están en estrepitoso derrumbe, entre ellas la construcción, golpeada por la paralización de la obra pública y la industria, que ha sido afectada por el hundimiento de la demanda, según informó EFE. En particular durante el primer cuatrimestre, el consumo se desplomó por la pérdida del poder adquisitivo en los ingresos de los hogares, los cuales se han diluido por una inflación que en diciembre y enero, se disparó por la devaluación y liberación de precios reprimidos, desacelerando a niveles muy elevados (289,4 % interanual y 8,8 % mensual en abril).
Con los ingresos perdiendo la carrera contra la inflación, el resultado es cada vez más dramático en términos sociales: la pobreza trepó al 55,5% y la indigencia, al 17,5%. A ello se suma además, la pérdida de puestos de empleo, tanto en el sector público como privado. A su vez, la baja de la actividad económica podría haber tocado su piso durante marzo-abril, mas los expertos desconfían de que haya una recuperación vigorosa, como tampoco tibia en lo inmediato.
«El consumo, ayudado por el crédito, ya empieza a dar signos de un poco de reactivación, que es una buena noticia. Pero sin «ley de bases» (reformas económicas impulsadas por Milei) ni pacto fiscal y sin una buena comunicación con los gobernadores, Argentina no va a crecer en inversiones y exportaciones. Entonces tendremos un crecimiento amesetado», destacó Piazza.
4) Batalla Cultural: Según este cuarto hito destacado por BBC, más allá de lo económico, una de las prioridades de Milei durante sus primeros seis meses como Presidente ha sido revertir «100 años de decadencia» de Argentina, razón por la que culpa a «la izquierda».
«La raíz del problema argentino no es político y/o económico. Es moral», aseveró en febrero pasado en un posteo en X (ex-Twitter), donde explicó cómo «el socialismo» fue «implantado» en el país un siglo, a través de «la educación, la cultura y los medios de comunicación», motivo por el que quiere reeducar al país en esta materia.
5) Giras Mundiales y Apuesta por la IA: En este último punto, Milei ha dedicado más tiempo a viajar que cualquiera de sus predecesores. En medio de su plan de política exterior, ha establecido un vínculo fuerte con algunos presidentes, uno de ellos, su homólogo salvadoreño Nayib Bukele. Además, sus giras oficiales han generado a su vez polémicas, como cuando visitó España para la Convención Anual de Vox dando lugrar a tensiones diplomáticas con el gobierno de Pedro Sánchez. No obstante, uno de los viajes más impactantes fue cuando el Presidente argentino se reunió con importantes figuras de la tecnología de Silicon Valley, entre ellos Tim Cook, Mark Zuckerberg y Sam Altman, apostando a que Argentina sea una potencia mundial en IA.
En conclusión, todos estos cambios culturales en la era Milei, implicarían una radical estrategia política, como también un nuevo molde económico y socio-cultural que podría ser un giro de 180 a 360 grados en el país trasandino, pero…¿será un mero acto utópico o una de las tantas formas de política típica de otros mandatarios que muchas veces recurren a la demagogia para hacer creer ciertas cosas a su gente y mantenerse en el poder? Se desconocen los motivos, ya que muchas de estas cosas en la práctica, en sí suelen carecer de lógica. Hoy sólo queda saber en qué terminará todo esto que propone el actual mandatario.