NOTA PERIODÍSTICA/GUERRAS/HISTORIA UNIVERSAL/SUDESTE ASIÁTICO/PROTESTAS.
El 11 de julio de 1963, en pleno contexto de la Guerra de Vietnam, un religioso budista identificado como Thích Quảng Đức, de 73 años, decidió inmolarse en una concurrida calle de Saigón, capital de Vietnam del Sur, quien se sentó ataviado con una túnica amarilla, los ojos cerrados y las piernas cruzadas en posición de loto en medio de esta principal arteria de la ciudad. Quảng Đức llegó junto a otros dos monjes en un vehículo Austin Westminster del cual descendieron en la intersección de las Calles Phan Dinh Phung y Le Van Duyet. Allí sus compañeros le rociaron gasolina en el cuerpo, mientras que Quảng Đức prendió un fósforo dejándolo caer sobre sí mismo para luego arder entre las llamas ante cientos de personas que presenciaron el acto.
Entretanto, el monje que se hallaba en un estado sobrenatural, no se movía ni quejaba mientras se quemada, contrastando con las oraciones y sollozos de los monjes que le acompañaban y se hallaban de rodillas junto a él. Tras quemarse por diez minutos, el cuerpo calcinado del monje que ya era una antorcha humana, cayó y fue envuelto por otros monjes en una túnica de color azafrán para luego ser trasladado a una pagoda cercana. El horrible suceso fue registrado en una fotografía tomada por el periodista Malcom Browne, quien pertenecía a la agencia Associated Press (AP) la cual dio la vuelta al mundo, valiéndole al reportero el Premio Pulitzer en 1964, siendo hasta hoy una pieza valiosa de fotoperiodismo.
Lo que se puede ver en un monje budista a la primera impresión, es una sensación de paz y tranquilidad que se viene a la mente, cualquier cosa menos prenderse fuego. No obstante, la autoinmolación de los monjes budistas es un acto frecuente a lo largo de su historia, ya que antiguamente se quemaban adrede como una forma de ofrenda al sabio Buda. Por aquel entonces a principio de la década de los 60, gobernaba Vietnam del Sur el Presidente Ngô Đình Diệm que era católico y educado en las tradicionales costumbres francesas. Aparte, Vietnam era un país que poseía una abrumadora mayoría budista.
Entretanto, al mandatario se le acusaba de privilegiar a la minoría católica y abolir las prácticas budistas, pues el régimen efectuaba una brutal represión de las manifestaciones en contra del gobierno, lo que motivó a Quảng Đức a autoinmolarse como protesta de quien pedía la libertad de culto. Un dato: Bonzo es un término utilizado para referirse a un monje budista. Así, tras el suicidio del monje Quảng Đức surgió la expresión “quemarse a lo bonzo” que alude a la autoinmolación de una persona.
Fuera del contexto oriental, esta misma práctica se replicó en señal de protesta en varios países de Occidente, como la del argentino Manuel de Arma (que alguna vez fue ministro del régimen de Carlos Menem entre los 80 y 90), quemándose en medio de una protesta que él mismo armó durante la crisis del país en 2001. También lo hizo el chileno Eduardo Miño, que se prendió fuego frente a La Moneda hacia el verano de 2002, por la situación del asbesto que aún se ocupaba en algunas empresas, sobre todo en materiales de techo y planchas de Pizarreño, a la lista se suman otros nombres como el cuáquero Norman Morrison, Riszard Siwiec, que protestó contra la invasión de Checoslovaquia por el Pacto de Varsovia, Jan Palach que también lo hizo por la misma razón, Rafael Elizalde MacClure por depresión, Joseba Elósegui, que protestó contra Franco, Romas Kalanta, de origen lituano por la invasión soviética a su país, Sebastián Acevedo, que se suicidó por inmolación luego de que sus hijos desaparecieran a manos de la CNI. Rolando Pérez Palomino, de origen panameño también se incineró frente a la Embajada de Estados Unidos en Panamá, sumándose un ciudadano rumano y otro ruso que se quemaron a lo bonzo en 2007 (el primero se quemó en España y el segundo frente al Kremlin por problemas mentales). A ello se sumó un productor musical de 25 años que se quemó en San Pedro de la Paz, pero se desconocen los motivos (2021) y Mario Carrión Rozas, que se quemó frente a La Moneda por pedir justicia para su hermano, el empresario Pedro Carrión que había sido secuestrado y asesinado antes. Lo mismo ocurrió con una mujer argentina de 34 años, madre de 5 hijos cuyo motivo fue por la negativa de su ex-pareja de recomponer la relación (2018), entre otros.
A propósito de esta forma de protesta que este último tiempo se han extendido por gran parte del mundo, la inmolación de Thích Quảng Đức fue sin duda el hecho que más remeció a Vietnam durante los cruentos tiempos de la guerra, en la que la práctica budista estaba siendo suprimida, por querer defender a toda costa el modelo occidental francés que se había impuesto en Asia, principalmente la Indochina Francesa desde los tiempos coloniales.